En sus labios, el último beso.
Aquel que tan sentido fuera,
no hay manera de saber
si es comienzo
o infinito espiral que nos lleva.
Acostados en los cementerios
o cremados en ardientes hogueras
los valientes que un día partieron
volverán a seguir la pelea.
Yo los ví contemplando el silencio
bajo templos antiguos de piedra.
En el fondo del mar se perdieron
continentes jugando a la guerra.
Tantos cuerpos tendidos al tiempo.
Larga historia de horror y tragedia.
Ojalá que en el último intento
pueda más el amor que la pena.
José Alejandro Paredes
Aquel que tan sentido fuera,
no hay manera de saber
si es comienzo
o infinito espiral que nos lleva.
Acostados en los cementerios
o cremados en ardientes hogueras
los valientes que un día partieron
volverán a seguir la pelea.
Yo los ví contemplando el silencio
bajo templos antiguos de piedra.
En el fondo del mar se perdieron
continentes jugando a la guerra.
Tantos cuerpos tendidos al tiempo.
Larga historia de horror y tragedia.
Ojalá que en el último intento
pueda más el amor que la pena.
José Alejandro Paredes
Obra: Salvador Valero
Título: Inmolación de Hiroshima
Oleo sobre tela
Estado Trujillo
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