21 de agosto de 2009

Entre poderes te veas


Después de ver tanta mojigatería disfrazada de justicia y verdades (en referencia a los periodistas coñaceados el pasado jueves), todo indica que el gran horror es que la comunidad internacional nos malinterprete y la arrechera de este pueblo sea un arma para el enemigo.

Díaz Rangel fue enérgico en señalar a los culpables de las agresiones contra los periodistas de Líder y Últimas Noticias, esta coletilla jamás la dejó a un lado en todas sus declaraciones, la lectura que puede darse a la vehemencia de esa denuncia es que, las hordas chavistas ya no tienen control y su odio va más allá de Globovisión y sus empresas filiales, “imagínate el horror que pasaron esos muchachos de La Cadena, esa gente que se ha portado tan bien con el gobierno, que quedará para el resto”, frase que he escuchado de unos cuantos compatriotas y opositores.

El jueves 13 pude ver, no me lo contaron, en la Av. Universidad, a los escuálidos y chavistas divididos por un piquete policial. Distanciadas las dos concentraciones sólo por una cuadra -estamos hablando que los escuálidos estaban ubicados en la esquina La Bolsa y los chavistas en la esquina Mercaderes-. Los escuálidos se empeñaron en pasar hasta la Asamblea y salieron tres motorizados de la policía, quienes fueron atacados también con armas contundentes, una de las motos salió disparada a un lado, mientras le daban al funcionario con todo. En ese momento la policía avanza con bombas lacrimógenas y comienza el carrerón de los marchistas de la “derecha” (Esquina La Bolsa), si nos ubicamos en dirección al Ávila, los cuales en su mayoría se metieron en Metro Center.

En esa desbandada quedo en una encerrona con los escuálidos, los vigilantes cierran las puertas y allí comenzó mi pesadilla, los carajos armados con objetos “muy contundentes”, casi linchan a los dos guardias de seguridad del centro comercial para que les abrieran la puerta y les aseguro que no era para comenzar un diálogo abierto y franco con los chavistas.

Con la situación descrita, es muy seguro que se pasó la información de que los escuálidos estaban eufóricos y que ya habían comenzado la coñaza y las reacciones no se hicieron esperar: unos marchistas entregando propaganda frente a las puertas de Ávila ¿Usted me dirá?, es que estos carajos creen que la pela que le dieron a este Pueblo el 11 de abril se olvida de palo pa rumba.

Ahora, la tarea más fácil es seguir abriendo la brecha entre escuálidos y chavistas y no darle la proporción social, por ende cultural, que tiene nuestra actual realidad. Parece que las víctimas en estos últimos años que merecen todo el centimetraje periodístico nacional e internacional, es la de un gremio, una minúscula parte de nuestra sociedad, toda una apología a los centros de poder, porque les aseguro que todos los anónimos que han quedado en nuestras calles, son sólo parte de la prensa amarillista, para ellos no se pide justicia.

Por lo tanto le recomiendo, que para la próxima marcha use un disfraz que lo embadurne de poder: prensa, empresario, cura, militar, político influyente, pero jamás vaya de pueblo, porque lo joden y no va a tener ningún gremio que lo defienda.

Sandra Zapata

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