4 de diciembre de 2010

“Milito en el arte con un fin social”


Con apenas 18 años, el joven revolucionario sorprende con su espíritu polifacético. José Leonardo Riera, también conocido como el “El señor de las letras”, es muestra de que muchos jóvenes venezolanos defienden sus raíces.

El interés por la lectura se lo otorgó la vida casi como una herencia. Relata, sonriente, que desde siempre ha tenido la necesidad y se ha visto atraído por la literatura.

“Mis padres son ambos lectores y me trasmitieron el hábito. Me compraban libros desde niño, esos de fábulas como las de Esopo, que eran cuentos con animalitos pero que te dejaban una enseñanza por muy simple que fuesen en su contenido”.

A partir de la lectura de las fábulas se interesó en compartir sus conocimientos a través de cuentos que él mismo escribía. “Quizás, esa enseñanza que no conseguía en las fábulas, era la que perseguía alcanzar en mis cuentos, podría decir que traté de emular los libros que leía”, señaló Riera.

De lector a escritor

“Cuando me inicié con la escritura no lo veía como algo en serio”, cuenta.

Luego de desarrollar la lectura como un hábito, un día se dedicó a escribir cómo veía el mundo y, más que eso, cómo quería verlo. “Escribía poesía, cuentos y los trabajos de la escuela los hacía a modo de ensayo y, muchas veces, de atrás para adelante para que nadie entendiera esa forma de ver el mundo que yo tenía”.

Hasta que un amigo del liceo descubrió sus escritos y salió del anonimato. “Tuve que inventar que escribía en latín, pero se dio cuenta de la poesía escondida y comenzó a compartirla con los demás compañeros. Lo que comenzó como una situación penosa se convirtió en motivación para escribir oficialmente”.

“El señor de las letras” comenzó comunicándose a través de la rima. “En mi trabajo los sentimientos no están en choque, salen armónicamente, siempre surge algo hermoso por muy atroz que sea el tema del poema”.

Agregó, sin presumir ser exagerado, que sus trabajos se manejan en dos extremos: “los que no aman mi poesía y la odian, no importa cuál sea el caso, lo que quiero es generar cambios con mi arte”, afirmó el joven.

Un Creador Militante

“No estoy aquí para recitar mi poesía, sino también para solucionar el problema que nos convoca”.

José Leonardo Riera, “El señor de las letras”, forma parte del Centro de Creadores Militantes desde hace aproximadamente medio año, un movimiento revolucionario que surgió como una manifestación de la condición antiimperialista de un grupo de personas para afirmar su plena identificación con la revolución bolivariana y el socialismo.

Como artista revolucionario impulsa la solidaridad, el compañerismo y la camaradería, en contra el individualismo y el predominio de la “industria cultural”.

Decidió integrarse al Frente de Creadores Militantes en vista de que los cultores estaban desunidos. “Asistía a mis presentaciones, recitaba mi poesía y me iba, tal vez por falta de herramientas para hacer una transformación sustentable”, dijo.

“En el Frente de Creadores Militantes, ante de ser cultores somos hermanos y, como hermanos, tenemos que trabajar juntos, dentro y fuera del escenario. Nos dimos cuenta que si hay una guerra o un problema cultural debemos asumirlo en unión”, apuntó.

Filosofía revolucionaria

De padres revolucionarios, a José Leonardo, desde pequeño, le inculcaron los valores de la revolución, ver la vida con un espíritu crítico, ante buenas y malas situaciones y trabajar en función de solucionarlas.

El joven poeta confiesa que se siente comprometido con él mismo, en función de dar la talla como cultor entre tanto talento que existe en Venezuela. “Primero, debo generar una revolución interna y, después, externa para poder transformar mi realidad, la realidad de mi pueblo”, expresó.

“Como lector y amante del arte me di cuenta de que muchos de los artistas que yo seguía tenían la misma ideología, con su arte militaban en pro de una sociedad más justa y correcta”, destacó.

Para Riera existe un grupo de ejemplos a seguir de los cuales se instruyó: todos los cultores, camaradas venezolanos que le otorgaron un aprendizaje. Mencionó a la “Chiche” Manaure, Lilia Vera, Cecilia Todd y Los Guaraguao.

“Aprendí de ellos como un sujeto externo, totalmente separado de su convivir y realidad, para luego, afortunadamente, poder compartir el mismo entorno”, aseveró

Yhesika Zavala/Ciudad CCS

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